Wednesday, October 29, 2008

Debido a que hemos recibido varias quejas de nuestros fieles lectores (4 jajaja) por la falta de actualización de este espacio, hoy decidí ponerlos al día, OBVIO muy brevemente porque si no a la charmincita menor le da flojera leer y presenta sus quejas.
Casi a dos semanas de la boda de mi hermana y por ende de mi vida como mujer autosuficiente en el DF debo admitir que todo resultó mucho mejor de lo que imaginaba. Tras azotarme un par de semanas pensando en los innumerables peligros que aquejan esta ciudad y lo difícil que sería enfrentarme a ellos sola, y después de llorar un rato pensando en lo mucho que extrañaría tener con quién platicar cada noche al llegar a casa, debo admitir que nada fue como yo lo pensé. De entrada resulto ser que volví a ser la versión mexicana de Mónica (friends) que solía ser cuando vivía en puebla, camino por el departamento trapito en mano buscando nuevos lugares que pueda limpiar, y por extraño que parezca me resulta placentero encontrar lugares llenos de polvo que necesiten ser limpiados. Además me di a la titánica tarea de acomodar los muebles de mi cuñado que guardamos a modo de bodega en la sala del departamento lo cual me llevó aproximadamente 3 horas, dos cortadas en las manos y un dolor de espalda marca lonooooooooool!!! A lo que quiero llegar es a que esto de vivir sola me sienta mucho mejor de lo que yo pensaba. Y aun que obviamente es un cambio y habrá momentos en los que extrañe a mi cómplice, compañera y amiga, la vida sigue…. Y sigue bien!

PD. No se pierdan próximamente la reseña de la boda:D

Thursday, September 25, 2008

Más rápido cae un hablador que un cojo
Hace menos de dos semanas, me llené la boca de afirmaciones sobre las mil quinientas maravillas y ventajas del ser soltera en esta mi preciosa ciudad. Hoy, a tan sólo dos semanas tengo que comerme mis palabras y declarar que oficialmente: ¡estoy enamorada¡ jaja y esas son las ironías de la vida. Cuando uno empieza a creerse la mentira de que tiene el control de su vida… sucede, la vida te calla la boca y te demuestra que el destino es más fuerte que tu, que uno nunca sabe lo que nos espera a la vuelta de la esquina. Y no es de sorprenderse, mi mamá dice que cuando uno está bien, atrae cosas buenas… me imagino que así es.
Y aquí vamos de nuevo; pero cabe señalar que por varias razones, a pesar de que todo podría indicar que el hecho de que esté con alguien no es novedad; que a mí eso del enamoramiento se me da fácil y que la vida en pareja la traigo tatuada en el inconsciente, estoy segura de que no es así. Hay algo diferente… en realidad son muchas cosas las que son diferentes, partiendo de la primicia de que las personas cambiamos a diario, vamos creciendo y aprendiendo, lo que en mi caso particular quiere decir: vamos descubriendo y aceptando quién realmente somos.
A lo largo de mis diferentes relaciones, hasta hace apenas unas semanas, yo había sido una especie de respuesta de Santa Claus para mis diferentes parejas, era como si Santa me hubiese entregado una lista con las características y especificaciones que cada uno de mis novios le habían pedido para navidad, y así, con lista en mano, yo me dedicaba a lo largo de la relación a ir cumpliendo todos y cada uno de los detalles ahí señalados, lo cual, al final del día, me dejaba siendo una persona muy diferente a la que soy en realidad, me convertía en la mujer perfecta para _____ (llenando el espacio con el nombre del galán en turno). Lo más interesante es que no era necesario que mis novios me dijeran qué era lo que esperaban de mí, yo me dedicaba a conocerlos y a ir descubriendo qué tenía que cambiar en mí, para que ellos me viesen como la mujer perfecta. Hay que admitir que suena Maquiavélico, pero la realidad es que nunca lo hice consiente, justificaba mis cambios de actitud, forma de ser y gustos con el argumento de que soy una mujer muy adaptable, una persona apasionada que ama la vida y a la que TOOODO le gusta.
Hace unas semanas, cuando descubrí que me gustaba la vida de soltera y la libertad; cuando llené de aire los pulmones y respiré felicidad, me cayó el veinte. Entendí toda esta serie de procesos mentales y de conductas aprendidas que habían estado guiando mi vida hasta ese día. Y descubrí que para poder estar bien con alguien lo primero que tenía que hacer era estar bien conmigo, pues de este modo, al no necesitar de una pareja para ser feliz, cuando llegara una persona no trataría de quedar bien o cumplir sus expectativas, finalmente por qué habría de hacerlo cuando me basto yo para ser feliz. Lo que trato de decir es que entendí que al ser yo feliz conmigo una date dejaría de ser un esfuerzo sobrehumano por tratar de quedar bien, para convertirse en un “esta soy y soy feliz así, tú decides si lo tomas o lo dejas”. No se mal entienda esto como una afirmación de que el cambio es malo, nooo, en absoluto, soy una fiel partidaria de que todos debemos cambiar, es parte del proceso de crecer y madurar, lo importante aquí es el ¿por qué cambiar?, cuando se trata de la vida en pareja, creo que el cambio se da por amor a la otra persona, por amor a uno mismo, y por deseo de lograr que la relación funcione. Tal como lo había estado yo haciendo, el cambio era más bien por necesidad de aceptación.
Finalmente hoy es jueves, tengo frío y estoy enamorada. Creo que siempre lo estuve, es como si hubiésemos puesto un paréntesis en la historia para aclarar detalles de esos que el lector necesita saber para poder seguir leyendo, pero no es más que esos, una nota aclaratoria que sólo sirve de referencia en la narración central que nunca dejó de escribirse.

Friday, September 19, 2008

Un miércoles cualquiera

Qué rápido puede cambiarte la vida, una mañana te despiertas pensando que te espera un día normal; te vas a la oficina, trabajas, comes, sigues tu rutina. Y así, sentada en una banca del parque, esperando que llegue tu amigo el impuntual con el que habías quedado de verte, lo entiendes todo, como un rayo de luz que te cae en la cabeza lo entiendes todo. Bueno, al menos así me pasó a mí. El miércoles pasado, mientras esperaba que llegara mi amigo Rafa a su festejo de cumpleaños, me senté a esperarlo en una banca enfrente de la glorieta de la Cibeles. Sentadita ahí, sin nada que hacer excepto pensar, lo entendí todo, ni siquiera estoy segura que “entender” sea la palabra correcta para expresar lo que me pasó. De pronto, mientras escuchaba atentamente el zumbido del viento paseándose entre las hojas de los árboles y observaba los movimientos aleatorios que este provocaba en ellas, fui feliz! Así, de repente, sin ninguna razón aparente. De la nada mi vida rutinaria hasta un poco aburrida, se convirtió ante mis ojos en la aventura más increíble de todos los tiempos, mi soltería pasó de ser una angustia a una sensación de libertad y felicidad.
No sé cómo pasó, pero de repente, me encontraba viendo lo que había tenido enfrente todo el tiempo pero no había podido ver. Era como si despertara, si abriera los ojos y todos mis sentidos por primera vez a la vida… a mi vida. Esa vida por la que he luchado y trabajado tantos años, me di cuenta de que había alcanzado muchos de mis sueños sin haberlo notado. Y es que envuelta en la rutina de lo cotidiano y en relaciones un tanto absorbentes, no me había permitido ver quién soy yo, dónde estoy parada, y lo maravilloso que es poder despertar cada mañana y dejarte sorprender por la vida.
Y esa soy yo hoy, la que se despierte feliz de saberse dueña de cada paso que da, fascinada al pensar en la idea de las sorpresas que le esperan cada día, rodeada de gente que me ama y agradecida de saberlos en mi vida, con el corazón lleno de ilusiones, la cabeza repleta de ideas y planes y la vida entera para realizarlos.

Tuesday, September 09, 2008

Hace frío y ODIO el frío. Yo creo que en mi otra vida fui lanchera en Acapulco o quizá, como diría mi hermana “delfinera” en Cancún. No sé muy bien qué es lo que más me enoja del frío; podría ser el tener los pies congelados y que no haya forma de calentarlos, o quizá la lluviesita esa que no te empapa pero te incomoda, o los coches gandayas que pasan por los charcos salpicándome toda sin considerar el hecho de que soy PEATóN!!! Y hay que respetar al peatón! Pero todo eso es NADA comparado con lo feo que es llegar a tu casa, acostarte en la cama, poner una buena película y no tener a nadie que te abrace. Ayer estuve a dos de pedirle a mi hermana que me abrazara mientras veíamos la telenovela jajaja. Y es que en primavera o verano está cool ser soltero, el clima te invita a salir, a conocer el mundo, a respirar la vida, pero con el frío tan espantoso de los últimos días no me dan ganas de salir ni a la puerta, es más, si por mi fuera ni de broma me pararía en la oficina en estos días.
Sí, en efecto soy una exagerada, y claro que lo ideal sería que el clima no afectara mi estado de ánimo, pero ni hablar! Soy como una de esas platitas que se muere sin sol, obvio yo no me muero, o no al menos hasta el día de hoy, pero si se me marchitan un poco las hojitas. Así que yo creo que tendré que irme a vivir a un lugar dónde haga calor siempre o de plano seguir los consejos de mi amigo Patricio y comprarme un perro que se me acurruque alado cuando me vaya a dormir.

Wednesday, August 27, 2008

ARCHIVANDO RECUERDOS

Mi mamá es una de esas personas que guardan TOODO lo que llega a sus manos porque “a lo mejor lo van a necesitar algún día” y yo siguiendo su ejemplo desde que tengo recuerdos me he dedicado a conservar cuanta cartita, recadito, poema, florecita y postal que ha llegado a mis manos. El sábado pasado, estando en la casa de mis papás, me encontré con una caja un poco maltratada por eso de la humedad y esas cosas, forrada con un papel más que cursi y ridículamente bien cerrada. Ahí estaban, todos mis recuerdos olvidados por años en una caja apestosa que dejaba mucho que desear. Como parte de esta nueva etapa de mi vida en la que me quiero sentir una mujer fresca y renovada a cada segundo, decidí poner orden al pasado, así que más rápida que veloz corrí a comprar una carpeta y unos protectores de esos de oficinista para poner orden en el asunto.
No saben, toda una experiencia, jajaja casi lloro de risa cuando entre los papeles encontré un cuento que escribí cuando tenía como 8 años; “la coneja gorda” en el que narraba cómo una coneja que tenía algo así como una adicción por las “halbóndigas” termina salvando al resto de los conejos de el diluvio universal. No sólo eso, había varios recaditos de mis hermanas en los que me pedían perdón por cualquiera que fuera la pelea, poniendo al final de la carta un SI y NO para que yo señalara ahí si las había perdonado o no.
Tardé alrededor de tres horas en terminar de acomodarlo todo en la carpeta, y me sentí tan bien, el recordar esos días de juego, amores de secundaria, chismógrafos y cartas que nunca entregue me hicieron recordar que al final de la vida eso es lo único que te llevas, tus recuerdo, y que la mayoría de las veces, o al menos en mi caso, los recuerdos que se quedan por siempre son lo que terminan con una sonrisa, un suspiro, un abrazo o un beso.

Tuesday, August 26, 2008


All by myself

Jaja, recordando este éxito de los 80´s de Tom Jones comenzamos el mes. Ni hablar, hay cosas que se acaban, personas que se van, ciclos que terminan y no queda más que volver la vista al frente y seguir caminando. Qué difícil, sobre todo cuando el camino que tienes enfrente está más bien nebuloso y no ves con claridad hacia dónde caminas, puedes tener muy claro a dónde quieres llegar, pero en medio de la niebla se complica un poco saber con certeza si tus pasos se encaminan en la correcta dirección. Y así estoy, sola como muppet, a dos meses de perder a mi mejor amiga, confidente, compañera de fiesta, consejera y hermana. A dos meses de tener que enfrentar el momento de llegar a un departamento vacío cuyos únicos muebles serán los de mi cuarto, a dos meses de enfrentarme a esa soledad de la que he huido mucho tiempo. Hace un mes pensar en ese momento no me daba nada de miedo, CLAAARO yo tenía a mi súper hombre maravilla que me iba a rescatar de las garras de la soledad, y no es casualidad que el hombre maravilla ya no está, o al menos no conmigo jajaja, y la cuenta regresiva sigue corriendo.
Se trata de aprender, me imagino que muchas cosas positivas saldrán de esta nueva etapa, pero ese asunto del cambio siempre ha sido un tema delicado para mi, soy una persona controladora, soy "The puppet master" jajajajaja alguien a quién le gusta saber qué va a pasar, cuándo, cómo y por qué. Pero una vez más descubro que soy una estrellita queriendo brillar en medio de un universo infinito, que no tengo el control de nada más que de mi misma y de cómo voy a enfrentar las cosas y qué cara pondré a la vida, lo demás difícilmente depende de mí.
Ni hablar, habrá que llenar los espacios vacios del depa con música, olor a café y algún buen libro.

Tuesday, July 15, 2008

QUÉ BONITA ES MI CIUDAD

Cada cabeza es un mundo –o al menos eso dicen- pero encuentro difícil que el mundo quepa en una cabeza, al menos no en la mía. A veces son tantas las ideas que me andan rondando que siento que no caben en mi cabeza. Hoy por ejemplo; mientras escuchaba a mi amigo Pedro Ferriz de Con, platicarme de los problemas internos a los que se enfrenta el PRD, me puse a pensar. No es difícil que esto suceda cuando mi interés en Política estos días es nulo, y los asuntos del peje me han tenido muy sin cuidado ha últimas fechas. El asunto era que ahí estaba yo, parada en el tráfico de las 8:30 en Paseo de la Reforma – que por cierto es una ruta muy bonita en cuanto a estética se refiere- un poco estresada por la idea de que no llegaría a tiempo a la oficina. Y recordaba la conversación que había tenido con mis amigos Rafa y Tania la semana pasada; Rafa decía que al menos aquí en México los horarios laborales de las personas eran muy variados, en cambio, en EU por ejemplo, todos salen a la misma hora, y en su opinión esto es horrible, pues todos los coches salen al mismo tiempo y se crea un tráfico espantoso. Ante estas afirmaciones de mi amigo, Tania atinadamente respondió “claro, eso es lo que es padrísimo del DF, que como cada quien sale a diferentes horas hay tráfico todo el día”. Y así fue como mi mente empezó a divagar en el asunto ese tan sonado del tráfico en nuestra ciudad capital. Uno pensaría que todas esas personas deben dirigirse a un lugar increíble, pues están dispuestas a pasar hasta 2 horas o más paradas en su coche con tal de llegar a este lugar de ensueño; la triste realidad es que la gran mayoría no se dirigen a ningún lugar increíble, todos van a sus respectivas oficinas. Podríamos pensar que entonces, seguramente disfrutan mucho su trabajo y es por eso que el sacrificio que el tráfico representa vale la pena, pero seamos realistas, la gran mayoría de estas personas no disfrutan su trabajo, solo lo hacen, así como una rutina de la cual no pueden escapar. Entonces, la actitud de la gente que espera no es la misma que la de las personas que esperan en un cola en Disneylandia, donde todos están felices, disfrutando del maravilloso mundo de Disney.Yo pensaba en el asunto ese de “amar al prójimo como a ti mismo”, parada entre los coches esto parecía más que un mandamiento, una misión imposible. Cómo hacerlo cuando el prójimo conduce un microbús y decide que es momento prudente de cambiarse de carril justo cuando tú ibas a avanzar. Entonces, comienza el duelo de titanes, ahí estas tú, con tu arma que por asares de la vida resultó ser un chevy medio destartalado al cual le has tomado cariño, y te sientes en posición desventajosa cuando el arma del otro es un microbús que a ti te parece gigante. Pero en ese momento no te importa, además si los 300 lograron vencer al ejercito Persa a pesar de ser menos, ¿por qué el chevy no puede vencer al microbús?Para cuando termina la ordalía te das cuenta de que eso de que el débil puede vencer al fuerte, solo ocurre en las películas hollywoodenses . Te resignas ante la derrota, no sin antes olvidarte del asunto de la contaminación auditiva –de la cual expusiste el tema en secundaria profundizando en la consecuencias tan graves que puede acarrear ala sociedad- y tocar el claxon repetidas ocasiones
OTRO MIÉRCOLES MAS

Ya lo volvimos tradición, todos los miércoles Pao y yo tenemos que llegar tarde a nuestras respectivas oficinas. Y ya es de risa, cada miércoles salimos un poco más temprano con el afán de llegar temprano, pero al parecer entre más temprano salimos más tarde llegamos. Ayer en la noche Pao me dijo “ahora sí hermana, salimos de la casa a las 7:30 para ya no llegar tarde”, a mi me pareció una excelente idea, ahora sí lo lograríamos, no había forma en que, saliendo a esa hora, pudiésemos llegar tarde al trabajo, pero parece ser que somos una burla del destino.Agotando todos los recursos en nuestra búsqueda de la puntualidad, decidimos probar una nueva ruta, en esta ocasión decidimos irnos por las águilas. Si nuestros cálculos no fallaban, a pesar del tráfico tan espantoso que se genera en esta ruta, lograríamos llegar a tiempo. Todo iba muy bien, y muy lento claro está, a vuelta de rueda por una avenida atascada de coches, pero con la certeza de haber salido a la hora indicada para que este factor no afectara nuestros propósitos. Ya casi lo lográbamos, estábamos en el embudo que se hace a la entrada de Santa fe - ya que cabe señalar, en este punto cuatro carriles se convierten en uno- cuando de pronto, con cara de terror, Pao se voltea y me dice: “el coche no sube”. Yo en ese momento contuve la respiración y pensaba; “cómo que no sube, los coches están hechos para subir, ¡oblígalo a que suba!” Tras el segundo intento de hacerlo caminar, vimos que era mejor apagarlo, era una realidad que el coche no iba a subir y que si lo seguíamos forzando algo más grave podría pasar. Y ahí nos quedamos, con cara de “y ahora qué hacemos”, viendo a los coches pasar tocándonos el claxon y haciéndanos gestos, sintiéndonos indefensas y con ganas de sacar un letrero que dijera; “Se me descompuso el coche, estoy aterrada y no se qué hacer, ¡por favor no me veas feo!”No pasaron más de tres minutos cuando por gracia divina, el coche de atrás también se descompuso, y se echó de reversa para ponerse en un lugar menos estorboso. Así que siguiendo sus pasos, nos movimos de lugar. Ya estacionadas en una zona un poco más segura –y digo un poco por que hay que aclarar que estábamos paradas en sentido contrario- Pao le marcó a Mau para contarle nuestra tragedia. Cuando empezó a hablar con él casi llora, era como si estuviera desahogando con el todo el miedo que sentía en ese momento, pero claro está, Mau no podía hacer nada por nosotras, a lo mucho nos enviaría una grúa que nos ayudara a mover el coche de ahí. Y en este punto me puse a pensar; ¿qué era lo que Pao estaba esperando de Mau en el momento de marcarle?, en realidad, ni Mau ni nadie podía hacer mucho por nosotras; en ese momento éramos nosotras contra el mundo. Cuando colgó, yo –mostrándome lo más cool posible dadas las circunstancias- le dije que por qué no esperábamos un poco y volvíamos a intentar que el coche avanzara, a Pao no le pareció tan descabellado así que ahí nos quedamos, esperando a que a nuestro coche se le diera la gana avanzar. Y mientras esperábamos yo pensaba, qué rápido se pueden invertir los papeles, uno cree que somos nosotros los que manejamos el coche, pero créanme en ese momento, el coche era el que nos manejaba nosotras. Sentadita ahí, yo deseaba que apareciera Harry Potter y a la voz de “Arreglarum rapidorum” solucionara el problema, o de perdida que se parara una patrulla a preguntarnos “señoritas, está todo bien” para poder arrancarme en llanto y contarle mi desgracia. Pero ni lo uno ni lo otro sucedió, y después de un rato de espera, logramos hacer que el coche avanzara y nos llevara a nuestra meta final, para de este modo lograr que nuestra tradición de llegar tarde todos los miércoles no se rompiera.