Saturday, October 21, 2006
Últimamente me he sentido algo triste, más bien nostálgica. El ir y venir de gente tan ajena a mi, el silencio sepulcral de mi recamara cada noche, pero sobre todo el frío que siento en las manos y en el alma cada paso que doy. Me consuelo pensando que es pasajero, que es parte de un proceso y que eventualmente se irá. Me causa conflicto pensar en el futuro, tan lejano y tan incierto que me parece inexistente, me pregunto a dónde me llevarán los pasos, y me da miedo pensar que tal vez no logre convertirme en esa persona que de niña aspiraba ser. No se, es todo tan irreal y subjetivo que a veces me parece que vivo en un sueño, en una especie de fantasía que mi cabeza crea por el miedo que siente a enfrentarse con la realidad. Camino por los pasillos de la universidad y se me enchina la piel escuchando el zumbido del viento a través de las hojas de los árboles, esos árboles que llevan quien sabe cuánto tiempo viendo a la gente sentarse a su sombra, que han escuchado tantas conversaciones que podrían escribir una antología de confesiones de estudiante. No se, hay tantas cosas que me apasionan que a veces creo que soy demasiado infantil, que no es normal que cosas tan sencillas y cotidianas me hagan sentir tanto. Lo más difícil de estos últimos meses es que mi miedo a perder la concienciase vuelve más constante que antes, el estar sola me hace dudar sí todo lo que pienso realmente sucede, o si es normal que lo piense así, y es que había estado acostumbrada a compartir ese tipo de sentimiento con alguien más, es como sí al ponerle nombre a un sentimiento lo volvieses real, como si así lo aterrizaras al plano de lo tangible. Supongo que todo se reduce a la costumbre, asumo que eventualmente dejaré de sentirme así, mientras tanto paso los días pensando y sintiendo cosas que sólo cobran sentido en el plano de mi imaginación.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment